El calentamiento global debería ser, sin duda alguna, una de las principales preocupaciones en el ámbito internacional. La mayoría de los países se muestran comprometidos con el futuro que dejaremos a las próximas generaciones y, muestra de ello, es que firmaron el primer acuerdo vinculante mundial sobre el clima en la Conferencia de París sobre el Clima (COP21) en diciembre de 2015, por el que más de 190 naciones se adhirieron para avanzar en el proceso de descarbonización.

Sin embargo, hace tan solo unos meses Estados Unidos anunció que se desmarca de este rumbo común. Esto puede llevar a escenarios tan insólitos como que China pueda asumir el papel de Estados Unidos como líder climático. Y es que es incuestionable que todos vemos ya a nuestro alrededor los efectos del cambio climático, especialmente con la polución de las ciudades y el incremento de las temperaturas.

En España, la estrategia de sostenibilidad está especialmente enfocada en ‘Las tres tes’, que se refieren a Transporte, Turismo y Territorio. La primera de ellas es una de las vías más potentes sobre las que se está trabajando desde las autoridades y organismos.

En España, ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla ya llevan promoviendo desde hace años el uso de opciones modales eficientes como son la bicicleta, la utilización del transporte público o el coche compartido (carsharing) para mitigar los efectos de la contaminación urbana, así como descongestionar el tráfico.

Por supuesto, la I+D+i en el sector automovilístico está contribuyendo a lanzar modelos de coches más asequibles y sencillos para el usuario, pero queda todavía un gran camino por avanzar, especialmente en la cultura social de los consumidores y en las ayudas que fomentan los organismos públicos.

El Gas Natural Vehicular (GNV) es la opción más eficiente y sostenible aunque todavía muchos conductores desconocen sus posibilidades:

  • Reduce el coste por kilómetro un 35% respecto al diésel y un 50% respecto a la gasolina.
  • Reduce las emisiones de CO2 entre un 15% y un 25%, elimina prácticamente las partículas sólidas y las emisiones de SOx y aproximadamente un 75% de las emisiones de NOx, contribuyendo a la mejora de la calidad del aire local. Además, reduce el impacto sonoro entorno al 50%.
  • Existen numerosos modelos que ya se comercializan con GNV, tanto para uso personal como vehículos ligeros, furgonetas, camiones o autobuses para fines comerciales o de transporte público.
  • Adicionalmente, el número de estaciones de suministro de este tipo de gas para vehículos sigue creciendo, y existen ya más de 60 estaciones por toda España.
  • Los vehículos que usan Gas Natural Vehicular son híbridos con GNV y gasolina. De esta manera, si se consume todo el GNV sigue funcionando con gasolina, aumentando así la autonomía del vehículo.

A estas ventajas, se suma que el gas natural es también una alternativa para otros medios de transporte de larga distancia, como los camiones o los autobuses, ámbitos en los que también se están desarrollando importantes proyectos.

En Enagás estamos renovando nuestra flota corporativa con vehículos de GNV. Hemos querido impulsar la utilización del Gas Natural Vehicular, también entre nuestros propios empleados. Para ello, hemos lanzado un plan propio que subvenciona la adquisición de coches nuevos propulsados por Gas Natural Vehicular.

Con iniciativas como esta, nos unimos a la lucha contra el cambio climático. Mejorar la calidad del aire es una prioridad y requiere de una acción inmediata. Por ello, el gas natural, como  alternativa real a los combustibles tradicionales, se presenta como un aliado imprescindible.