Las nuevas tendencias comerciales del mercado del gas natural licuado en Asia

La Agencia Internacional de Energía estimó hace unos años que para 2035, la demanda de gas natural licuado (GNL) aumentaría un 1,8% anualmente debido principalmente a las necesidades del continente asiático. Un hito que según datos de esta organización, traería consigo una ola de inversión de infraestructuras en la región.

Europa y Estados Unidos se han afianzado en estos últimos tiempos como principales consumidoras de GNL aunque la AIE insta firmemente a las compañías energéticas a no perder el foco en Asia debido principalmente al aumento de las reservas y al cambiante mercado del producto. En concreto, según un informe publicado recientemente por esta organización, el punto de mira en el continente estaría de nuevo en China, como resultado de la agenda reformista del Gobierno para propiciar el crecimiento económico del país, y especialmente en la India, donde se estima que la demanda de GNL aumente un 6% a lo largo de los próximos cinco años.

En este sentido, la Universidad de Oxford a través de su Instituto de Estudios Energéticos, publicaba el pasado mes de abril un informe sobre las claves del futuro del Gas Natural Licuado en Asia donde afirmaba que las preferencias por combustibles menos contaminantes que el carbón o los derivados del petróleo podrían tener un papel decisivo en el aumento de la demanda del GNL.

Este fenómeno de perspectiva de crecimiento, al que la Agencia Internacional de Energía denominó “la edad de oro del GNL”, está en el camino de alcanzar las expectativas que se habían fijado en Asia, a pesar de la desaceleración experimentada por la caída de la demanda en el continente asiático, a su vez relacionada con la recesión en China.

Los objetivos fijados en la pasada Conferencia sobre el Cambio Climático, COP 21, han tenido también un rol decisivo en este sentido y se espera que Taiwán, China, Tailandia, Bangladesh, Malasia y Pakistán sean los países que más refuercen su apuesta por el gas natural licuado, tanto por su menor impacto ambiental como por las ventajas que ofrece a la hora de su transporte.

Se espera además que las nuevas tendencias comerciales que apuntan a una integración de consumidores para mejorar la capacidad de negociación, así como el impulso de los hubs asiáticos como Singapur o Shanghái, generen un volumen especialmente relevante en Asia que impactará directamente en el mercado internacional del GNL. Como consecuencia de este proceso global, se estima un incremento de la liquidez de mercado y la convergencia de precios que influirá directamente en una mejora de los mecanismos que garanticen la transparencia y la ética de estas transacciones. Esta es una gran oportunidad para estrechar lazos con el continente asiático y que sin duda debemos aprovechar todas las organizaciones involucradas en el proceso para generar redes más sólidas y transparentes que favorezcan el comercio global.