El 21 de octubre tuve la oportunidad de participar en el ciclo de conferencias sobre Energía y Competitividad, organizado por la Cátedra de Energía de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad y DeustoForum.  Durante la jornada, los ponentes abordamos varios aspectos relacionados con la geopolítica de la energía, las infraestructuras de gas y el cambio climático. A continuación resumo en cinco puntos los aspectos más relevantes del sector del gas en la Unión Europea que compartí en mi intervención.

  1. Energía sin fronteras. El sector energético está tremendamente condicionado por los cambios geopolíticos que se producen en la Unión Europea. Los cambios políticos, conflictos o innovaciones tecnológicas influyen de forma directa y/o indirecta en el desarrollo del sector energético.
  2. Unificar las políticas energéticas.  Es necesario unificar las políticas desarrolladas por cada país europeo en un marco común para tender a una política energética común en la Unión Europea. Una política energética común favorecería la competitividad, la economía y la industria de los países europeos.
  3. La cadena del GNL (Gas Natural Licuado).  Es la llave para transformar un mercado cerrado, desde el punto de vista de competencia, en un mercado abierto. Además de la competencia, el GNL introduce seguridad de suministro. El objetivo de la UE es que el gas natural licuado se convierta en una pieza clave para que pueda existir un mercando mundial del gas. La Península Ibérica cuenta con 8 plantas de regasificación a las que puede llegar GNL desde cualquier lugar del mundo.
  4. Red europea de gas. Los corredores europeos son indispensables para mantener o crear unas redes que nos den seguridad de suministro, eficacia en la lucha contra el cambio climático y que permitan a todos los países de la Unión Europea ser competitivos en el mundo que viene. Hoy en día, este tema se ha convertido en issue de la UE y destaca la labor que está realizando la Comisión Juncker en esta materia. En este sentido, los proyectos MIDCAT  (conexión gasista con Francia a través de los Pirineos) y TAP ( Trans Adriatic Pipeline) son muy importantes por su contribución a la seguridad y diversificación del suministro gasista de Europa. 
  5. Creación de un hub en el Mediterráneo. Avanzar en el desarrollo de interconexiones físicas en el Mediterráneo es necesario para poder desarrollar un mercado secundario.

En cuanto al País Vasco, en diciembre de 2015 se finaliza la nueva estación de compresión de Irún, que permite incrementar el caudal de gas hacia Francia, de la conexión Euskadour. Asimismo, destaca el potencial que ofrece el País Vasco para avanzar en el desarrollo de este sector, territorio donde en el último año la demanda de gas se ha incrementado un 3,5%.