Hoy 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se conmemora la lucha de las mujeres por su participación plena y libre en la sociedad. El conjunto de reivindicaciones de este día pueden resumirse en que la mitad de la población tenga exactamente los mismos derechos que la otra mitad, es decir, se trata de igualdad de oportunidades. Una cuestión de justicia y también incluso de productividad, en definitiva, un objetivo de interés para todos.

En el post que escribí el año pasado con motivo de esta jornada, compartí algunos datos y acciones que estamos poniendo en práctica en Enagás para impulsar el liderazgo femenino y también algo que me parece clave y sobre lo que quiero insistir: la igualdad es cosa de todos y, por supuesto, los hombres también tenemos que contribuir.

Esto da para una reflexión más amplia, pues a la vez soy muy consciente de que en este tema, y más en un día como el 8 de marzo, las grandes protagonistas tienen que ser las mujeres. Pero sé que en mi entorno profesional y personal son muchos los que como yo se preguntan: ¿Qué papel podemos o debemos tener los hombres en la lucha por la igualdad y en un movimiento como el feminista, que está llamado a ser una de las grandes transformaciones de este siglo? ¿Qué se espera de nosotros en este sentido? ¿Cómo podemos sumar a la igualdad y hablar de ella sin acabar cayendo en el paternalismo o el mansplaining y otras actitudes a evitar?

No soy un experto y no tengo la solución, pero me viene a la cabeza una idea principal: démosle a ellas el protagonismo, escuchemos con atención lo que tienen que decir, contribuyamos a que su voz sea más escuchada y, en definitiva, como ya comenté el Día de la Mujer Emprendedora, “hay referentes, falta visibilidad”, luego potenciémosla todo lo que podamos.

Precisamente la escasa y en ocasiones estereotipada visibilidad de las mujeres es uno de los factores que más influyen en su aún limitada representación en algunos ámbitos de poder, responsabilidad y decisión. Las cifras van mejorando, claro, y en este sentido estoy contento de que en Enagás se haya incrementado el porcentaje de directivas y predirectivas hasta el 35% y que sigamos trabajando y tomando medidas para mejorar estos datos.

Pero no basta con que las mujeres cuenten en forma de cifras. Para la igualdad real también tienen “que contarlo”, que tener más voz y visibilidad en la esfera profesional y pública, como dice el informe “Contar y contarlo. Estrategias de visibilidad para la igualdad” de LLYC, liderado por Luisa García, Socia y Directora General en España y Portugal, que me ha parecido francamente interesante.

Este documento propone iniciativas para que desde las empresas potenciemos que el talento femenino sea más visible y merecidamente reconocido, que van desde formar a directivas en habilidades de comunicación, hasta postularles para premios y reconocimientos, pasando por fomentar su rol como expertas y portavoces ante los medios de comunicación, así como en comités evaluadores y jurados, o asegurar su representación en todo tipo de eventos externos e internos.

Precisamente con ese objetivo de impulsar el papel visible y representativo de la mujer, hoy estrenamos en nuestro blog sobre sostenibilidad, Good new energy, una serie de entrevistas a mujeres relevantes del sector de la energía, que son un ejemplo y una inspiración para otras mujeres y para muchos hombres. Inauguramos esta sección con Rosa Nieto, Directora de Gestión de Activos de Enagás, ingeniera de minas que lleva 25 años de carrera técnica y directiva en la compañía y que hoy es la responsable de la operación y mantenimiento de toda nuestra red de infraestructuras. Os animo a leerla y a sumaros a la visibilización y la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, este 8 de marzo y todos los días del año.