Decía Albert Camus que “una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala”. El periodismo es una profesión tan indispensable como amenazada y por eso, el 3 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Libertad de Prensa, una fecha que nos recuerda la importancia de defender a los profesionales que dan voz a quien no la tiene.

Los datos lo confirman: la libertad de prensa se sitúa en su mínimo histórico en los últimos 12 años, limitada por los gobiernos dictatoriales, conflictos armados, partidismo, populismo y el crimen organizado. Según un reciente informe elaborado por la organización Freedom House, sólo el 13% de la población mundial goza de este derecho. Es decir, sólo uno de cada siete ciudadanos del mundo vive en un país donde está garantizada la libertad de información. Una problemática con dos direcciones que afectan claramente tanto a los reporteros como a los propios ciudadanos.

La vigilancia se traduce también en un mayor acoso y menos seguridad para los profesionales. Éste es uno de los puntos claves que se abordarán en la Conferencia sobre la Libertad de Prensa de la UNESCO que se celebra del 2 al 4 de mayo en Helsinki y en la que más de 1.000 participantes abordarán temas como la protección de datos, el amparo legal a los medios y trabajadores, y asuntos todavía más dramáticos y preocupantes como la falta de impunidad en los crímenes contra periodistas.

2015 se cerraba con un titular atroz: el número de periodistas secuestrados aumentó un 35% con respecto al año anterior. Estos datos que aportaba la organización Reporteros Sin Fronteras en su balance anual, situaban además a Siria como la zona que más peligrosa se ha vuelto para ejercer el periodismo debido a las amenazas de grupos terroristas. En mitad de estas cifras, un dato algo más positivo: el número de periodistas encarcelados se redujo un 14%.

El 3 de mayo es un día para recordar el papel que los medios de comunicación juegan en el en el sistema para garantizar la buena salud de la democracia. Los gobiernos e instituciones son grandes responsables de proteger a los profesionales para que puedan ejercer su trabajo en libertad. Además, las empresas tenemos cada vez un compromiso mayor con la transparencia, y nuestros grupos de interés esperan ser informados con inmediatez, responsabilidad y honestidad. Por eso, es fundamental contar con  periodistas libres e independientes y que las corporaciones y empresas nos comprometamos en el respaldo de la libertad de prensa para garantizar este derecho fundamental ahora y en las próximas generaciones.

[La imagen de cabecera que ilustra este artículo pertenece a Ed Stein, 2008]