Latinoamérica siempre ha sido uno de los destinos favoritos para los inversores pero en los últimos años, su desarrollo y proyección, han situado a la región en la primera fila de los intereses internacionales. El pasado 6 de junio tuve la oportunidad de participar en la Asamblea de Socios del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), foro en el que debatí como presidente de Enagás sobre la visión de los empresarios para este nuevo ciclo que se abre en Iberoamérica.

En lo que me concierne, que es el negocio del gas natural licuado (GNL), existen unas buenas perspectivas de crecimiento de la demanda de gas en Latinoamérica hasta 2040: más del 2% al año, por encima de la media global y en niveles similares a Estados Unidos o la India. Estas cifras están sustentadas por argumentos como la creciente demanda industrial como consecuencia del desarrollo económico, la necesidad de incrementar la capacidad de generar eléctrica y las ventajas ambientales asociadas al gas.

Enagás llegó a Iberoamérica hace más de cinco años. Inicialmente fijamos en México nuestro centro de operaciones que progresivamente hemos llevado a otros mercados como Chile y Perú. Aunque existen otras compañías que han sumado países a su cartera de forma más acelerada, desde la Compañía creemos que es necesario crecer siempre con prudencia y apostar por aquellos países que nos ofrecen garantías de estabilidad y permanencia.

Para ello, hemos fijado cinco criterios básicos a los que tienen que responder nuestras estrategias de inversión. El primero sin lugar a dudas es el negocio core: invertir sólo en aquello que sabemos hacer y que hacemos bien. En segundo lugar, cerrar acuerdos a largo plazo con offtakers solventes. En todas nuestras inversiones, Enagás tiene un rol estratégico como socio industrial con participación en la toma de decisiones y en la gestión. En cuarto lugar, los socios, siempre con compañías locales que tengan capacidades complementarias. Y por último, el retorno a través de flujos de caja estables y predecibles.

Nuestra primera incursión en México se inició en septiembre de 2011 a través de la participación del 40% en la planta de regasificación de TLA Altamira. Posteriormente llegó el proyecto del gasoducto de Morelos en el que participamos con el 50% y más adelante en la estación de compresión de Soto de la Marina que empezó a operar en 2015. México se ha convertido en un enclave esencial para el negocio del gas natural debido a que el nuevo Plan quinquenal del Gobierno prevé que las inversiones en gasoductos llegarán hasta los 10.000 millones de dólares estadounidenses en 2019 y ha aumentado el interés de las importaciones por gasoducto debido a la influencia de EEUU.

En Chile, Enagás ha alcanzado recientemente un acuerdo para incrementar su participación en la Planta de Regasificación GNL Quintero hasta el 40,4%. Nuestro interés en el país está además sustentado por su estabilidad política y jurídica, su solidez macroeconómica y el buen funcionamiento de sus instituciones. Existe además un acuerdo arancelario entre Chile y la Unión Europea, y se han realizado importantes avances en materia de movilidad de trabajadores, lo que beneficia a ambas regiones.

En Perú, la compañía cuenta con una participación del 25,98% de Transportadora de Gas del Perú (TgP) y un 30% de la Compañía Operadora de Gas del Amazonas (Coga), responsable de la operación y mantenimiento del Sistema de Transporte de TgP. Además, forma parte del consorcio adjudicatario de la construcción de la mayor infraestructura energética de Latinoamérica en los últimos años: el Gasoducto Sur Peruano, de 1.134 km de longitud, que empezó a construirse en mayo de 2015. Este país es especialmente atractivo para las empresas españolas que ya cuentan con 400 operaciones que generan alrededor de 500.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

En materia de energía, el Plan Nacional del Gobierno de Perú prevé que la demanda de gas alcance un 35% de la energía final y ha señalado la Red Nacional de Gasoductos como prioridad política. Las mayores perspectivas de crecimiento de Latinoamérica se centran también en Perú, donde se esperan demandas de gas cercanas al 6% hasta 2025. Todas estas premisas, sumadas a que Latinoamérica cuenta con importantes recursos de gas, hacen que la región sea uno de los principales focos de nuestra inversión en el extranjero.

Si quieres saber más sobre nuestras operaciones en el extranjero, te invito a visitar la página web de Enagás donde encontrarás más detalles sobre cada proyecto.