Hoy se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer Emprendedora. En un año como este, tal vez el más duro y extraño de nuestras vidas, cabe preguntarse si está el panorama como para lanzarse a crear tu propio negocio. Y descubrir la paradoja de que, pese a la gran incertidumbre e impacto de la pandemia en el tejido empresarial, esto no ha frenado la actividad emprendedora. Según los datos del VII Mapa de Emprendimiento que presentó South Summit el pasado mes de septiembre, el 63% de los emprendedores y emprendedoras han vuelto a emprender de nuevo durante la crisis del Covid-19, con finanzas, salud y educación como los tres sectores principales. 

Una crisis siempre es algo negativo, pero es cierto, y aunque sea ya un tópico decirlo, que las crisis siempre traen también consigo oportunidades para quienes sepan detectarlas y adaptarse rápidamente. Así opina también Andrea Barber, cofundadora y CEO de RatedPower en una entrevista publicada hoy en el blog Good New Energy. La startup de Andrea ofrece una aplicación web para diseñar plantas solares de forma instantánea, y ella ha sido seleccionada por la revista Forbes como una de las mujeres españolas más creativas de 2020. 

Como he dicho en otras ocasiones, hay emprendedoras, hay directivas, lo que falta es visibilidad y referentes para impulsar más la participación de mujeres en el ecosistema emprendedor. El VII Mapa de Emprendimiento muestra que la cifra de emprendedoras se mantiene estable desde hace seis años, con un porcentaje de startups creadas por mujeres por debajo del 20%. Con un dato positivo en 2020: si antes las mujeres emprendían en sectores considerados tradicionalmente más femeninos, como la moda o el impacto social, este año lo han hecho principalmente en finanzas y tecnología. Esto es relevante, porque una de las razones que explican por qué no hay más emprendedoras es la vinculación del emprendimiento con las llamadas carreras STEM, es decir, con los estudios técnicos y científicos.

De ello, entre otras muchas cosas, se ha hablado esta mañana en el evento que hemos celebrado en Enagás, este año de forma telemática, y en el que han participado, además de Andrea Barber, otras tres emprendedoras que pueden ser referentes para otras mujeres, y para todos: Laura Urquizu, que fue inversora de startups y hoy lidera una ella misma, Red Points, y que fue elegida en 2019 Mejor Directiva de startups por la AED. Lucía Chávarri, ingeniera de telecomunicaciones, actualmente Vicepresidenta de New Business de Cabify y que fue socia-fundadora de Muapp, “una aplicación para conocer gente creada por mujeres”. Y Ana Aladid, profesional de Enagás premiada en nuestra convocatoria de emprendimiento Ingenia con su innovador proyecto Biochemigas para generar el odorizante que se aplica al gas natural a partir de biomasa.

Las cuatro han compartido sus historias y vivencias como profesionales y emprendedoras y han sido un ejemplo del que todos podemos aprender, especialmente en este contexto actual de crisis sanitaria, económica y social en el que la innovación, la agilidad y la colaboración cobran una importancia vital y en el que el emprendimiento y las nuevas ideas tienen un papel clave que jugar en la recuperación económica.